En mi opinión, el mejor Secretario General del PSOE, ha sido Felipe González.
Desde que éste salió por patas, los socialistas han ido de mal en peor.
Sus sucesores, o han sido irrelevantes, o torpes hasta decir basta.
Por limitarme al anterior, decir que los socialistas eligieron a un desconocido en vez de a nuestro paisano Pepe Bono.
Y aunque nunca ha sido Santo de mi devoción, sin duda que con él nos habría ido mucho mejor a todos.
Pero prefirieron a Zapatero, y como si a un tonto le das un cargo, puedes esperar que se lo crea, las consecuencias las pagamos con creces, ruina, miseria, endeudamiento, paro, …
Pero recuerdan aquello de“otro vendrá que bueno te hará”, dicho y hecho.
De un gris y desconocido diputado del montón, Zapatero, a otro similar, Sánchez.
Uno demostró con creces que no tenía ni idea, y el otro solo tiene una idea, ser Presidente como sea.
Por eso, como un niño chico lloriquea continuamente pidiendo apoyo al resto de perdedores para que él sea Presidente.
Viajó a Portugal, donde la izquierda sí se puso de acuerdo para desalojar del gobierno a la derecha ganadora de las últimas elecciones, y desde allí, con lágrimas en los ojos, propuso un gobierno a la portuguesa.
Y solo hay que ver la deriva que ha tomado Portugal para saber lo que podríamos esperar de un gobierno como ese.
También le ha llorado a Compromís, para pedirles su intermediación ante Iglesias.
Luego fue a Bruselas para suplicarle a Chiripas que intercediera ante Iglesias para que le deje ser Presidente.
Lo que le faltaba, llorarle a quien gobierna en Grecia apoyado en la extrema derecha griega.
Ir llorando por los rincones sin que te vea nadie lo puedo entender, pero en público, por respeto a los votantes que representa, me parece patético.
Ayer volvió a llorarle a Iglesias y éste le dio un clínex y palmaditas en la espalda, pero nada más.
Eso sí, la foto de Pedro y Pablo pone a sus socios de ocasión de los nervios.
La misma manta no puede cobijar a la vez a Podemos, Socialistas y Ciudadanos, alguno se tendría que quedar sin duda con el culo al aire.
Y es que los celos son muy malos.
Hasta la próxima.