Cada vez más personas mayores eligen quedarse en casa el mayor tiempo posible. Y gracias a camas articuladas, teleasistencia y un montón de apoyos, hoy en día eso no solo es posible, ¡es una gran idea! ¿A ti también te pasa que piensas en tu casa como el sitio donde mejor estás? Pues eso mismo le ocurre a la mayoría de las personas mayores en España. Si pueden elegir, prefieren envejecer en su hogar de toda la vida, con su ritmo, sus cosas, su ventana favorita... Y lo cierto es que, con los apoyos adecuados, se puede vivir más años y mejor sin necesidad de irse a una residencia. “Si puedo, me quedo en casa” No es una moda, es una realidad: cada vez más personas dicen claramente que quieren seguir en su casa el mayor tiempo posible. Y no hablamos solo de los primeros años de jubilación. Hablamos también de cuando aparecen problemas de movilidad o enfermedades como el Alzheimer.
Eso sí, quedarse en casa no significa hacerlo todo solo. Hoy hay muchas ayudas que permiten vivir con autonomía y calidad de vida, incluso si se necesita apoyo. Camas articuladas y tecnología al servicio del bienestar Uno de los grandes cambios que lo han hecho posible son las camas articuladas eléctricas. ¿Las has visto? Son como las de hospital, pero mucho más cómodas y pensadas para el día a día en casa. Te permiten incorporarte, levantar las piernas, dormir mejor y, además, facilitan muchísimo el trabajo a quien te cuida. Pero no se quedan ahí. Hoy tenemos: Mandos a distancia para mover la cama sin esfuerzo. Sensores que detectan caídas o movimientos raros. Dispositivos de teleasistencia con botón de emergencia. Apps para hablar con el médico sin salir de casa. Y todo esto se puede usar sin tener que ser un experto en tecnología. Está pensado para que sea fácil, útil y que te dé tranquilidad. Y no nos olvidamos de quienes cuidan Cuidar a una persona mayor no es nada fácil. Y cuando esa persona empieza a necesitar ayuda constante, el desgaste emocional y físico es muy real. Por eso también hay apoyos pensados para los cuidadores: Ayuda a domicilio para echar una mano con la comida, la higiene o las medicinas. Centros de día donde la persona mayor puede pasar unas horas con otros, hacer actividades y estar atendida. Programas de apoyo emocional para familiares cuidadores. Cuidar sin cuidarse no funciona. Y por suerte, cada vez hay más recursos para que eso no pase.
Hacer que la casa sea segura y cómoda… sin perder su esencia No hace falta hacer grandes reformas. A veces, con unos pequeños cambios, todo mejora: Quitar alfombras que se mueven. Poner luces más potentes en los pasillos. Instalar barras en el baño o una silla para la ducha. Reordenar muebles para que todo esté más a mano. Lo importante es que la casa siga siendo esa casa de siempre, pero más segura y práctica para esta nueva etapa. Vivir más años… pero sobre todo, vivir mejor Lo que antes parecía complicado, hoy es totalmente posible. Envejecer en casa, con ayuda, con tranquilidad, con calidad de vida. No se trata solo de sumar años, sino de vivirlos donde uno quiere y como uno quiere. Así que si tú, tus padres o tus abuelos están en esa etapa, no lo dudes: hay muchas formas de seguir viviendo en casa con autonomía, seguridad y bienestar. Y eso, sinceramente, vale oro.