En la Feria, se presentó el libro sobre las ‘I Jornadas de Onomástica y Toponimia de Albacete’, editado por el IEA. El vicepresidente Fran Valera destacó su importancia para preservar la memoria de los nombres en la provincia y fomentar la cultura como herramienta de cohesión social y desarrollo territorial.
En la Feria, se presenta el libro sobre las ‘I Jornadas de Onomástica y Toponimia de Albacete’, una obra que tiene como objetivo preservar la memoria de los nombres de la provincia. Esta iniciativa es llevada a cabo por la Diputación de Albacete y su IEA.
Este lunes, en el stand de la institución provincial durante la Feria, se llevó a cabo la presentación del libro ‘I Jornadas de Onomástica y Toponimia de Albacete’. La edición fue realizada por el Instituto de Estudios Albacetenses (IEA) ‘Don Juan Manuel’, que forma parte de la Diputación. El vicepresidente provincial, Fran Valera, estuvo presente en el evento, acompañado por el director del IEA, Antonio Caulín, así como por dos de sus coordinadores, Emilia Ochando y Jacinto González, junto a Alonso Verde.
Valera ha destacado que este ejemplar reúne las ponencias, comunicaciones y resultados de las primeras jornadas que se llevaron a cabo en abril de 2024. El propósito de estos encuentros fue el análisis, debate y difusión de estudios recientes relacionados con los nombres de lugares en la provincia de Albacete.
Valera: “El IEA es un foco de divulgación del saber cercano y accesible”
Durante su intervención, el vicepresidente ha agradecido el trabajo de los coordinadores y autores, así como la implicación de todas las personas que participaron en esta iniciativa, “que pone en valor la labor del IEA como foco de divulgación del saber, capaz de acercar la investigación más rigurosa de los y las mejores expertas de nuestra provincia a toda la ciudadanía, de una manera atractiva y cercana”.
Para Valera, desde pequeños núcleos rurales hasta grandes municipios, pasando por parajes, sierras o ríos, cada nombre contiene un fragmento de nuestra historia colectiva; cada topónimo revela una relación entre el ser humano y el territorio que habitó. “Preservarlos y estudiarlos es un deber cultural e institucional”, ha señalado.
Cultura como inversión
El vicepresidente ha incidido en que, con proyectos como éste, no sólo se enriquece el conocimiento sobre nuestra tierra, sino que “se avanza en cohesión social, vertebración territorial, identidad colectiva” y, con ello, en el progreso provincial. “La toponimia y la onomástica son herramientas que nos ayudan a entender nuestras raíces, nuestras migraciones y nuestra evolución social”.
En este sentido, Valera ha recalcado el compromiso de la Diputación con la cultura “como herramienta de transformación social” y de desarrollo territorial, apostando por “una cultura viva, accesible, descentralizada y conectada con la ciudadanía. La cultura no puede ser un complemento, es una inversión a largo plazo en identidad, cohesión social y orgullo de pertenencia, y el IEA es un ejemplo de que cuando se apuesta por la cultura con rigor, los resultados son extraordinarios”, ha resaltado.
Guía que nos recuerda quiénes somos
Este libro se suma al trabajo investigador que el Instituto de Estudios Albacetenses viene desarrollando en distintos ámbitos —historia, arqueología, naturaleza, arte, antropología…— siempre con un hilo conductor común: la democratización del conocimiento y la puesta en valor del patrimonio integral de la provincia.
Valera ha concluido señalando que los nombres no son sólo palabras, son “mapas emocionales del territorio” y que este libro ofrece una guía que recuerda “quiénes somos y de dónde venimos”.
En este sentido, ha subrayado que, “desde la Diputación de Albacete, se seguirá impulsando proyectos que protejan y difundan nuestra historia, nuestra lengua, nuestras raíces y nuestra identidad colectiva. Porque Albacete, con sus pueblos y sus nombres, tiene todavía mucho que contar”.