Los senderistas se desplazaron hasta la comarca de Monte Ibérico-Corredor de Almansa para visitar Corral-Rubio, y recorrer algunas de sus lagunas, así como a la comarca de La Manchuela, para descubrir el sorprendente entorno que rodea a Casas de Ves.
El sábado se celebró la quinta de las rutas, en Corral-Rubio. Una etapa denominada “Complejo Lagunar”. Las lagunas de Corral-Rubio pertenecen al complejo lagunar Corral Rubio-La Higuera, en el que todavía pueden reconocerse 18 depresiones, hoyas, bancales y lagunas, con diferentes características ecológicas, aunque los senderistas sólo recorrerían siete lagunas que son un refugio importante para la flora y fauna silvestre catalogada.
Primero pudieron tomar un café, ya en el municipio, para después coger de nuevo el autobús y desplazarse hasta la finca de Aguaza donde se encuentra la Ermita de San Isidro, junto a una zona recreativa equipada con barbacoas, a pocos kilómetros del municipio. Así, y tras el saludo del alcalde del municipio, Juan Miguel Parra Bueno, sobre las nueve de la mañana arrancarían la marcha con un poco de frio.
Cruzaron la carretera para coger un camino perteneciente a un tramo del camino de Santiago de la ruta de Levante y también se cree que es parte del camino que hizo Aníbal, mientras avanzaba con sus elefantes camino de Roma.
Tras varios kilómetros y pasar por la laguna de Hoya Rasa, y la de Mojón Blanco, ambas lagunas perennes, pasarían por las ruinas de la Venta del Gitano, dirección a la que se considera la más importante de las lagunas, la de San José o salinas de San José, donde antiguamente había unos baños. En la actualidad, aquí existe una explotación de Magnesio que extraen de parte de esta laguna, ya que la otra parte la dejan para la vida salvaje de las aves acuáticas.
En este punto, por cortesía del Ayuntamiento de Corral-Rubio, degustarían los ricos dulces que elaboran en el municipio acompañados por un calentito café con leche. También les obsequiaron un bote de magnesio que extraen en esta laguna.
Continuaron hacia una pequeña elevación donde se encuentra la Casa del Guarda junto a la laguna del mismo nombre, aunque prácticamente seca, igual que algunas otras, debido a la falta de lluvia de estas últimas semanas.
Pasarían por la finca de la Casa de la Zarza, donde su antigua propietaria, Sor María Antonia, que estaba en un convento de Hellín, celebraba campamentos con las niñas del colegio de dicho convento.
De regreso, rodeados de matorral bajo y con algunas carrascas, vegetación típica del bosque mediterráneo, pasarían por la Laguna de “Casuto de Jaula”, conocida por su gran variedad de aves, especialmente de flamencos y la laguna de San Gabriel, de gran riqueza ornitológica, por caminos más o menos llanos, antes de llegar de nuevo a la Ermita San Isidro Aguaza.
PARADA EN CASAS DE VES
Ya el domingo, día 13, en Casas de Ves, se celebró la sexta de las rutas. Se trataba de la prueba “Entre Barrancos”, una ruta circular, de dificultad media, 14 kilómetros de distancia y unas cinco horas de duración.
Fueron recibidos por Maribel García Candel, alcaldesa del municipio. Y tras la foto de familia salieron del municipio por la calle Claudio Solano, en dirección al camino de Valencia. Cogieron un camino a la izquierda hacia la cueva del Payo, una construcción de piedra para salvaguardar al ganado, aprovechando la cueva formada en la roca, del primero de los barrancos. Cruzaron el gran barranco del Hocino, por una senda usada por los antiguos ganaderos, un precioso barranco formado por el paso del agua tallando la roca caliza.
Tomarían después una fuerte subida, por las laderas de barrancos que confluyen con el principal, y una vez arriba las vistas eran espectaculares. Avanzaron un poco más hasta pasar cerca de la Muela de San Miguel, y dirigirse a los Sevellares, en esta zona se pueden observar, las especies de caza menor en abundancia, liebres, conejos, perdices, torcazas e incluso depredadores (zorros).
Entre un frondoso bosque de pinos aprovecharon para almorzar y degustar los típicos hornazos y dulces de la zona gracias al Ayuntamiento de Casas de Ves.
Después, comenzaron el descenso de la ceja de Campiñana para adentrarse en una pista forestal con amplio monte de pinos carrascos, encinas y otro monte medio bajo. Oliveras, viñas y almendros ya en flor les acompañarían hasta el camino principal de la Cañada, observando las lagunas artificiales construidas hace unos años, con observación de aves. Desde la entrada de la finca “Ranchos de Campiñana” comenzaron el último tramo de ascensión hasta el pueblo de Casas de Ves, entre campos de cultivos, destacando los almendros en flor.
Dos estupendas rutas, en un soleado fin de semana, para disfrutar del senderismo, así lo hicieron los cien participantes de esta actividad, que cada día tiene más seguidores, gracias a la iniciativa de la Diputación Provincial de Albacete, y que está descubriendo las maravillas que esconden nuestros pueblos.
La siguiente cita será el próximo domingo, día 20 de febrero, en Letur, con la prueba “Ruta del Pino Alto” de dificultad media-alta, 13,4 kilómetros de distancia y unas cinco horas de duración.