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Sol primaveral, en Munera y Mahora, con las dos nuevas Rutas de Senderismo de la Diputación
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Sol primaveral, en Munera y Mahora, con las dos nuevas Rutas de Senderismo de la Diputación

lunes 27 de marzo de 2023, 13:34h

Este sábado, día 25, y el domingo, 26 de marzo, tuvieron lugar la decimoquinta y decimosexta de las pruebas de la X Edición de las Rutas de Senderismo de la Diputación Provincial de Albacete. Doble cita de nuevo y, otra vez, un éxito. El sábado, los senderistas recorrieron Munera, en la Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel; y el domingo el turno fue para Mahora, en la comarca de La Manchuela.

Así, el sábado, los participantes conocieron la denominaba ruta “Ruta de los Molinos de Agua”, con una dificultad técnica baja, un recorrido circular de unos 15 kilómetros de distancia, cuatro horas y media de duración y con salida desde final de la calle El Bonillo, junto a la carretera.

En una mañana soleada, les recibiría Desiderio Martínez, alcalde del municipio, frente a uno de los murales que hay con distintas representaciones por el pueblo. Arrancaron dirección al castillo, una fortaleza medieval situada en las inmediaciones de la población, sobre un pequeño cerro, en el paraje de los Casares. En su origen fue un yacimiento de la Edad de Bronce perteneciente a la Cultura de Motillas.

En la actualidad, el castillo de Munera cuenta con la condición de Bien de Interés Cultural y está siendo excavado, pudiéndose observar, tras diversas campañas, la Torre del Homenaje, el muro Barbacana o el Paseo de Ronda de la etapa medieval y el Foso, silos y diversos morteros de la Edad de Bronce.

Cruzaron por debajo de la carretera N-430, para entrar en la vega del Ojuelo y llegar a un antiguo Molino hidráulico, el del Concejo, prácticamente hundido. Siguieron remontando el río Ojuelo, para cruzar a la otra orilla y regresar de nuevo al municipio, hasta “el vao”, punto donde confluyen los ríos Quintanar (procedente del este) y Ojuelo (del sur) y forman el Córcoles. Cruzarían el puente del siglo XIX a los pies del gran mural representativo de las quijotescas “Bodas de Camacho” realizado por el artista local Emilio Solana.

Desde aquí visitarían la Ermita Nuestra Señora de La Fuente, que está justo al lado, donde por cortesía del Ayuntamiento de Munera pudieron degustar unas ricas gachas con panceta, guarrilla, queso y embutido del municipio, regado con su sabroso vino.

Continuarían la marcha siguiendo la vega del Córcoles río abajo. Así, se encontrarían con un molino que, tras embalsar el agua y canalizarla, aprovechaba la fuerza que esta generaba para mover las ruedas del molino moliendo así el cereal obteniendo de este un ingrediente tan esencial para la alimentación. También con los restos de numerosas industrias hidráulicas antiguas como norias o los batanes.

Munera tenía siete molinos de agua, ahora quedan cinco en pie, aunque prácticamente en ruina, el de Játiva o Concejo, del s.XIX; el de los casares o de los Atencia, el de Hipólito, del s.XVIII; el de la Rodríguez, del s. XIX; y el de Celso, también del s. XIX, y del que se conserva gran parte de la maquinaria, el cual pudieron visitar.

También pudieron contemplar construcciones interesantes como son las casas, algunas con cierto aire señorial, como la Casa del Aire o Casa Grande. Y otra más modesta, con finalidad principalmente agrícola, que por su tipología en Munera recibe el nombre de “cuarto”, en este caso el Cuarto los Marcelinos.

Ya el domingo, y en una mañana soleada, aunque un poco más fresca que la anterior por el viento, en Mahora, otros 50 participantes recorrerían la “ruta del Valdemembra”, con una dificultad técnica media, un recorrido circular de 16 kilómetros de distancia, cinco horas de duración y con salida a las 9:00 de la Plaza de la Mancha del municipio.

Tomarían café en Mahora, donde les recibiría Antonio Martínez Gómez, alcalde del municipio, junto a Mario Peña, quien de una manera altruista diseña una guía tanto de esta ruta como otras que se desarrollan en el municipio, por ello al finalizar la ruta el alcalde le hizo entrega de una placa reconociendo dicho esfuerzo.

Ambos, junto a los participantes de esta ruta se desplazarían en el autobús hasta la cuesta de la Balaguilla, con una espectacular vista de la hoz del río Valdemembra. Caminarían en bajada y rodeados de pinos, matorral bajo y campos de cultivo, donde predominaba los bonitos almendros en flor, que hacían el paseo una maravilla tanto a la vista como al olfato. Luego comenzarían, ya por senda, una subida que les conduciría, entre gran vegetación, en dirección al Corral de Bolinches, para bajar hacia el Río Júcar y encontrase con un inmenso campo de almendros en flor, que parecía el Eden, e hizo las maravillas de los senderistas, que no pararon de hacerse fotos.

Comenzarían entonces una fuerte subida hacia el barranco del Búho Real, rodeados de espartos, aromáticas, pinos y ríos de piedra, donde es habitual ver búhos y águilas, hasta coger un camino que les llevaría a lo más alto de Bolinches. Bajarían de nuevo hacia el río Júcar. Aquí aprovecharon para almorzar un rico almuerzo, junto a bebida fresca cortesía del ayuntamiento de la localidad.

Seguirían un camino que les llevaría hacia la desembocadura del río Valdemembra, en el Júcar, donde pudieron ver el precioso Paraje de la fuente de la Teja, antiguo lavadero, junto al lado de la central hidroeléctrica de Bolinches. Desde aquí retrocedieron un poco el camino andado para pasar al otro lado del río donde pudieron observar al llamado Charco Azul, un remanso de agua de ese color, con unas pasarelas de madera que permiten casi adentrarse en el mismo río.

Ya de regreso, cogerían primero una pista y luego una senda, para pasar por la finca Cañada de la Hoz, una explotación ganadera donde también contemplaron una peculiar zona de descanso de los pastores, con varias hamacas totalmente artesanales, aprovechando materiales naturales de la zona.

Desde aquí se dirigieron hacia la Cueva del Valdeanguilla, más conocida como la Cueva del Dragón. Sólo hay que pasar a su interior para saber a qué se debe su nombre, una gran escultura tallada en la misma roca de la cueva. Únicamente les restaba subir una inclinada cuesta que les conduciría de nuevo al punto de partida.

Preciosas y soleadas rutas, en la Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel y la Manchuela, con el agua de los ríos como denominador común y que hizo disfrutar a los cien participantes de esta actividad, de las maravillas de entornos naturales que esconden nuestros municipios.

La próxima cita será el domingo, 2 de abril, en Ontur. Se trata de la prueba denominada “Punto geodésico El Piquete de La Madama”. Una ruta circular de 15 kilómetros de distancia, de una dificultad media, una duración aproximada de cinco horas y con salida a las 09:00 horas, desde Plaza del Ayuntamiento del municipio.

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