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Piedras semipreciosas: ¿conoces su significado espiritual y propiedades?
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Piedras semipreciosas: ¿conoces su significado espiritual y propiedades?

miércoles 03 de enero de 2024, 15:00h
Si te encantan las piedras semipreciosas y, además, te gustaría utilizarlas en función de su significado espiritual y sus propiedades, estás en el sitio indicado.

En estas líneas, te daremos una completa guía sobre las principales piedras semipreciosas, además de algunos consejos sobre cómo cuidarlas, que te serán de gran utilidad.

¿Qué se conoce como piedras espirituales?

Antes de contarte qué son en concreto estas piedras, tenemos que hablarte de su diferencia con las piedras preciosas. Muchas veces se confunden, pero solo son piedras preciosas el diamante, la esmeralda, el zafiro y el rubí.

Si hablamos de piedras semipreciosas, existe una amplia variedad, con más de 130 tipos, de los cuales, según Createsse, algunos son utilizados en complementos y joyas. De hecho, es muy normal encontrar piezas con amatistas, cuarzo rosa o nácar.

Las piedras espirituales son, en consecuencia, cristales que se han formado de forma natural en capas profundas de la tierra. Los tipos de minerales más conocidos son los sulfatos, los carbonatos o los óxidos.

¿Cuál es la función espiritual de las piedras semipreciosas?

Durante siglos, las piedras semipreciosas han tenido un papel clave en la medicina alternativa, ya que han sido empleadas para curar enfermedades de la mente. Actualmente, su uso sigue en tendencia, y es que son uno de los elementos espirituales por excelencia en los que muchas personas ponen su confianza.

Destaca de cada cristal que cada uno tiene una forma, composición o significado diferente, puesto que algunos son más reconocibles que otros. Por ejemplo, la amatista se caracteriza por aliviar el estrés, la turmalina por proteger de las malas energías y el cuarzo rosa, del que se dice que atrae el amor y cura las heridas emocionales.

¿Cómo se limpian las piedras espirituales?

Para que cumplan con su cometido, no basta únicamente con portar o tener estas piedras semipreciosas. Además, es necesario limpiar los cristales y cargarlos con nuevas energías para aprovechar su potencial al completo.

Uno de los procedimientos más comunes es sumergir los cristales en agua salada, aunque también se pueden limpiar pasando la piedra sobre el humo de incienso natural o sobre la llama de una vela.

¿Cómo cargar las piedras semipreciosas de energía?

Al igual que es necesario limpiar los cristales, también hay que cargarlos de nuevo de energía y buenas vibraciones. Las formas más frecuentes de hacerlo de manera rápida y eficaz son las siguientes:

Pon el cristal bajo la luz de la luna o el sol durante, mínimo, 24 horas.
Sujeta el cristal con tu mano no dominante y piensa que una luz de color blanco lo rodea, recargándolo por completo.
Si tienes jardín, entiérralo durante un día completo. Si no cuentas con ese espacio, utiliza una maceta con tierra.
Sitúa tu piedra junto a otras, como el cuarzo o la selenita, ya que se encargan de absorber sus energías y de recargarlas.
Con el sonido de cuencos tibetanos y diapasones, los cuales recargan los cristales gracias a su vibración.
Mientras las recargas, es vital visualizar el objetivo deseado y ser firme en conseguirlo, con receptividad, pues el poder de las piedras está también en ti.
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