Este fin de semana se realizaron dos pruebas de la XII Edición de las Rutas de Senderismo 2025 en Albacete, organizadas por la Diputación Provincial. Los participantes exploraron paisajes naturales y culturales en Munera y Pozuelo, disfrutando de rutas accesibles que fomentan el turismo y el deporte. Se programan más actividades para abril.
Este fin de semana se llevaron a cabo dos pruebas de la XII Edición de las Rutas de Senderismo 2025, un evento que organiza la Diputación Provincial de Albacete. El propósito de esta iniciativa es fomentar el patrimonio cultural y natural de la provincia, así como impulsar el turismo y el deporte. Las actividades se desarrollaron en Munera, ubicada en los Campos de Montiel, y en Pozuelo, en la Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel.
El recorrido comenzaría en el municipio mismo, cerca del Instituto Bodas de Camacho. Los excursionistas se adentrarían por un sendero que los llevaría a un paisaje diverso, donde se combinan extensos montes de encinar con parcelas cultivadas de cereales y leguminosas secas, además de olivos, almendros y algunas viñas. Este entorno representa claramente el paisaje característico de la Comarca Natural del Campo de Montiel, atravesada por pequeños arroyos.
En una mañana soleada pero algo fresca, el alcalde Desiderio Martínez, acompañado por sus concejales, daría la bienvenida a los visitantes. Entre ellos estaba José Antonio Calvo, concejal y diputado provincial en Hidrogeología Modernización y Tecnologías de la Información y Comunicación. Ellos acompañarían al grupo durante toda la ruta.
El pasado sábado, tuvo lugar en Munera la prueba conocida como “Ruta de las aldeas”. Esta ruta, con una dificultad baja, abarca 14.5 kilómetros y se estima que se completa en aproximadamente cuatro horas y media. En medio del hermoso paisaje, se podían observar diversas aldeas y casas; términos que describen los caseríos según su tipo y función. Estos lugares fueron hogar para gran parte de la población dispersa del municipio debido a su vinculación con el campo. Desafortunadamente, hoy están en abandono y no se encuentran bien conservados.
A medida que avanzaban, llegarían a La Atalaya, una aldea que realmente justifica su nombre al situarse en lo alto de la región. Este punto se convierte en un magnífico mirador desde donde se pueden observar otras pedanías cercanas como: La casa Cerro, casa La Señora, Gangueras, El Llano, Sotuelamos, Galiano, Mala Gana, Garranches, Casa Nueva y Don Benito -que incluso cuenta con una ermita- así como también el Cuarto Maestro, La Florida, el vallejo del Lobo, los “Paerazos” de Braulio o el Cuarto de La Colorada.
Tras una suave pero prolongada pendiente, avistarían el pueblo de Munera cerca del Cuarto Gala o Requena; aquí finalizaría su trayecto. Aprovechando este lugar privilegiado bajo el cálido sol disfrutaron unas deliciosas gachas manchegas junto con carne frita con ajos y pan regional gracias a la cortesía del Ayuntamiento de Munera.
Con renovadas energías tras la comida sustanciosa, el grupo pasaría por Cuarto Peseta, una aldea en ruinas. Afortunadamente, un hermoso cuco permanece bien conservado a sus puertas.
Después del almuerzo planeaban visitar Molineta, un museo foto-etnológico situado en el centro histórico de Munera, contiguo al Monumento a los Agricultores. También aprovecharon para conocer el nuevo Centro de Visitantes frente a este monumento.
Cambiando de escenario, el domingo reunió a cincuenta participantes diferentes en Pozuelo, donde disfrutarían de la prueba denominada “Ruta la Casica-el Madroño-el Navajuelo”. Esta actividad presenta una dificultad técnica baja y abarca un recorrido circular de 15 kilómetros con una duración aproximada de cuatro horas y media.
Con un clima fresco pero soleado en la plaza junto a la Iglesia Parroquial San Bartolomé, Gregorio Moreno López, alcalde local les dio la bienvenida. Antes del inicio programado alrededor de las 9:00 desde Plaza Virgen del Rosario disfrutaron café y bollería ofrecidos por el ayuntamiento.
A medida que avanzaban hacia El Madroño –cercano a esta pedanía– notaron que era un sitio privilegiado rodeado por montañas con viviendas bien cuidadas. Para almorzar utilizaron uno de los espacios donde tanto lugareños como visitantes celebran festividades: La Plaza del Pozo gracias al apoyo del Ayuntamiento.
A través campos mayormente secos salpicados con algunos almendros y olivos quedaría Pozuelo detrás mientras que delante se erguiría la sierra Alcaraz. Un camino cómodo con ligeras elevaciones guiaría a los senderistas entre impresionantes encinas hasta llegar a La Casica del Madroño; allí se rehabilitó un antiguo lavadero utilizado por algunos lugareños para regar sus huertas.
Al regresar atravesarían nuevamente esta pedanía deteniéndose para visitar su iglesia. Optarían por un camino alternativo que aunque descendente presentaría leve desnivel llevándolos hacia finca El Navajuelo adornada con bellos encinares. Posteriormente alcanzarían nuevamente Pozuelo tras haber recorrido casi 16 kilómetros finalizando así su ruta.
Dichas pruebas adicionales han sido maravillosas; ahora bajo un clima primaveral permitieron disfrutar a los 100 participantes las maravillas ocultas en nuestros entornos naturales gracias a la iniciativa promovida por la Diputación Provincial de Albacete.
SALIDA PRÓXIMA:
Nuevamente habrá una jornada doble programada para visitar Corral-Rubio y Casas Ibáñez. El sábado 5 abril tendrá lugar “Laguna Campana por recreo”, consistiendo en una ruta circular fácil que abarca 8.8 kilómetros estimándose su duración alrededor tres horas.
En otro contexto diferente al día siguiente domingo 6 en Casas Ibáñez otro grupo distinto compuesto por cincuenta participantes emprenderá “II ruta senderismo Reserva Biosfera Valle Cabriel”. Este recorrido circular tiene distancia total 12.7 kilómetros dificultad media duración estimada cuatro horas; partida programada será nueve mañana desde Báscula municipal.