El Albacete Balompié debutó en la temporada 25/26 con un emocionante empate 4-4 contra el Almería. El capitán Agus Medina expresó una mezcla de satisfacción y frustración por perder dos puntos, mientras que el portero Diego Mariño valoró positivamente el esfuerzo del equipo. Este inicio muestra la competitividad del Albacete en la categoría.
El regreso del Albacete Balompié a la competición oficial en la temporada 25/26 no pudo ser más vibrante. Ocho goles, alternativas constantes en el marcador y un final de infarto firmaron un empate (4-4) en el campo de un Almería con presupuesto de Primera. Pero más allá del espectáculo, el vestuario manchego dejó ayer sus primeras sensaciones tras el estreno.
Entre la satisfacción y la rabia contenida
El capitán, Agus Medina, no escondía la mezcla de emociones con la que el equipo abandonó el Power Horse Stadium. “La sensación es agridulce, porque al final se te escapan dos puntos en un campo complicado como es el del Almería. Ellos tienen un presupuesto increíble… nos hemos puesto por delante, ellos le han dado la vuelta y hemos conseguido remontar de nuevo. Pero que se acabe escapando en esos minutos finales hace que te vayas con una mala sensación, no de derrota, pero sí de haber tenido el triunfo en la mano”.
El mediocentro reconoció que la fe y el esfuerzo del equipo fueron innegociables durante los noventa minutos (y trece de añadido), aunque el desenlace dejó un poso amargo: “Espero que siempre haya tanto añadido, a favor y en contra. Lo importante es que el equipo lo ha dado todo”.
La mirada de Mariño: “Un buen punto”
Más optimista se mostró Diego Mariño, uno de los nombres propios de la noche por sus intervenciones en la primera parte, que mantuvieron al Alba con vida cuando el Almería apretaba. Para el guardameta gallego, el empate debe valorarse como positivo: “Con el 3-4 podríamos habernos llevado el partido, pero siendo objetivos, el empate es justo. Ellos han tenido muchas ocasiones y nosotros hemos estado muy bien contra un gran equipo”.
Mariño subrayó la actitud del grupo y el camino que se abre a partir de ahora: “Me quedo con lo que ha peleado el equipo. Es un buen comienzo y una buena línea para seguir y agarrarnos a esto. Creo que podemos disfrutar de un año muy bonito”.
Un aviso para lo que viene
El estreno en Almería deja claro que este Albacete no se rinde ni ante contextos adversos. Supo reponerse a fases de dominio rojiblanco, golpeó con efectividad en momentos clave y acarició un triunfo de prestigio lejos del Carlos Belmonte. La remontada frustrada en el último suspiro duele, pero también reafirma el carácter competitivo de un equipo que quiere volver a ser protagonista en la categoría.
La Segunda División apenas acaba de empezar, pero el Albacete ya ha dejado su primera gran carta de presentación: un equipo con alma, capaz de mirar a los ojos a cualquier rival. Y aunque el punto en Almería sepa a poco, el mensaje que lanza este debut invita a la ilusión.
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