resultó herido en el glúteo con una cornada de más de 20 centímetros al hueso y pudo suponer una grave tragedia.
La polémica ha surgido por las precarias condiciones que ofrecía la plaza a los toreros si ocurría alguna cogida. Según información de Radio Albacete, en la plaza de toros de Munera no había ese día ni enfermería ni quirófano y el herido fue trasladado al hospital de Villarrobledo en una ambulancia de la Cruz Roja. Hay que recordar que la reglamentación obliga a que haya una UCI móvil en este tipo de festejos.
El torero fue operado con éxito y después se le realizaron varias pruebas que determinaron que además tiene dos fracturas de pelvis y una fuerte contusión.
Esta tarde le han realizado un TAC y sufre dos fracturas en la pelvis con un hematoma.
El protagonista de esta historia, el torero Valentín Arenas, manifestaba a la mencionada emisora (Radio Albacete) que “ha sido un susto, pero pudo ser una tragedia, los reglamentos se tienen que cumplir, mañana le puede ocurrir a otro compañero y ante este tipo de situaciones se deben tomar medidas"
No es descartable que la empresa organizadora, si no cumplía la reglamentación, tenga una fuerte sanción.