El horario de invierno comienza el 25 de octubre: retroceso de una hora en España, a las 3 serán las 2
sábado 25 de octubre de 2025, 11:26h
El horario de invierno comenzará el 25 de octubre, retrocediendo una hora. La UE revisará el cambio de hora estacional en 2026, debido a su escaso impacto en el ahorro energético y efectos negativos en la salud. España no ha realizado estudios recientes sobre este tema desde 2015.
La madrugada del sábado, 25 de octubre, dará inicio al horario de invierno, que se implementará cuando a las 03:00 horas se retroceda a las 02:00 horas el domingo 26. Según la normativa vigente, este horario permanecerá en efecto hasta la madrugada del 28 al 29 de marzo de 2026. La Unión Europea (UE) establece una hora y fecha comunes para todos los países que forman parte de la unión, marcando así el inicio y el final del conocido como horario de verano. La última actualización proporcionada por la Comisión Europea sobre este tema fue en el año 2021. En esa ocasión, se decidió que los cambios deberían implementarse hasta el año 2026, programando las modificaciones para los últimos fines de semana de marzo y octubre, a las 02:00 hora española. Durante el más reciente cambio de hora, que tuvo lugar en marzo de 2025 para la transición al horario de verano, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) indicó en una entrevista con Europa Press que, en los últimos años, no ha llevado a cabo estudios, avances ni trabajos vinculados al cambio de hora.
El primer cambio de hora en España tuvo lugar en 1918. Sin embargo, no se registraron modificaciones horarias entre los años 1920 y 1925, ni tampoco entre 1930 y 1936. Fue en 1940, bajo el régimen de Franco, cuando esta medida fue reintroducida con el objetivo de alinear a España con el mismo horario que la Alemania nazi y otros países de Europa Central. A raíz de la crisis del petróleo en los años 70, el horario de verano volvió a implementarse tanto en España como en el resto de Europa. Esta práctica se mantiene vigente hasta que se produzcan cambios a nivel europeo. En 2018, se llevó a cabo un intento de reforma por parte de la Comisión Europea, cuando el entonces presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, sugirió eliminar el cambio horario bianual.
La propuesta otorgaba a cada país la libertad de elegir si establecer un huso horario u otro en su territorio. Sin embargo, la ausencia de evaluaciones de impacto y el temor a una posible fragmentación dentro de la UE llevaron a los Estados miembros a posponer la revisión. Si esta se reanuda, será necesario que el Consejo (gobiernos) y la Eurocámara negocien basándose en una propuesta presentada por la Comisión Europea. Asimismo, enfatizó que en España no hay informes recientes que permitan confirmar que el cambio de hora genere ahorros en el consumo energético. "El último data de 2015 y en ningún caso se ha analizado el impacto del cambio de hora en un contexto como el actual", insistió.
Según el organismo, el informe más reciente sobre este asunto fue creado en 2018 por la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo. La investigación indica que, aunque los ajustes estacionales de hora pueden generar algunos ahorros, estos son mínimos y no se puede garantizar que todos los Estados miembros de la UE obtengan beneficios. Asimismo, se destaca que, aunque es posible lograr ahorros de energía en la iluminación, no resulta tan claro que se produzca un efecto similar en la calefacción, donde incluso podría incrementarse el consumo.
Además, se señala que interpretar los resultados es complicado, ya que están sujetos a la influencia de factores externos, como las condiciones meteorológicas o el comportamiento de los usuarios. En ese instante, el IDAE enfatizó que los estudios sobre el cambio horario necesitan un análisis extenso a lo largo del tiempo para poder evaluar situaciones estacionarias. Además, recordó que la decisión de modificar la hora fue tomada en un periodo con hábitos de vida diferentes, los cuales podrían influir de manera más significativa en el consumo energético, como es el caso de la expansión del teletrabajo. De igual manera, se subrayó que los análisis previamente empleados para determinar estos datos han sido modificados "significativamente" debido a las recientes demandas de eficiencia energética en la iluminación, en los sistemas de climatización y en los edificios mismos, además de la creciente implementación del autoconsumo.