El toro, de la ganadería salmantina de Montalvo, se le cruzó en la querencia a tablas en el segundo capotazo y le prendió por el pecho, zarandeándolo violentamente hacia el terreno del tendido 1, donde le hirió en el suelo con una grave cornada aparentemente a la altura de la zona lumbar.
Las cuadrillas se lo han llevado desmadejado mientras en la arena quedaba un amplio reguero de sangre del subalterno, y el toro llevaba también pintado de sangre el pitón izquierdo, lo que denota la extrema gravedad del percance.
Según fuentes próximas al herido, los doctores han conseguido estabilizarlo, y para ello han requerido de varias unidades de sangre y plasma debido a la fuerte hemorragia que sufrió tras el percance, y por la que entró en la enfermería en parada cardiorespiratoria. En estos momentos sigue la operación de una aparente amplia y gravísima cornada en la zona del triángulo de Scarpa.