En cualquier caso, los kilos dificultan el funcionamiento de nuestro cuerpo, aumentando la presión sobre las articulaciones, incrementando el esfuerzo cardiaco y manteniendo niveles altos en sangre de sustancias que pueden ser dañinas en exceso, como la glucosa.
Perder peso puede ser un proceso largo y difícil, especialmente si hay que alterar el estilo de vida. Para ello, la Cirugía Bariátrica permite superar la barrera insalvable a la que se enfrentan quienes tienen como objetivo perder peso.
La necesidad de ponerse en manos expertas
Con todo, la cirugía siempre entraña riesgos y no es un procedimiento al que debe accederse sin la información adecuada. En este caso, el Doctor Alfredo Alonso Poza se trata de un experto en la materia en quien confiar todo el proceso, tanto para indagar los datos que necesitemos para decidirnos como para estudiar tu situación y realizar exitosamente la intervención adecuada.
El Doctor Alonso Poza es el jefe de servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario del Sureste en Arganda del Rey, así como cirujano tanto en el Hospital Quirón San Camilo y del Hospital NISA Pardo de Aravaca de Madrid. Es un cirujano con competencia demostrada y especializado en la cirugía del aparato digestivo, destacando en el tratamiento de la obesidad, por lo que posee dos décadas de experiencia en cirugía bariátrica y sus distintas técnicas, como el balón intragástrico, la banda gástrica y el bypass gástrico.
Cómo superar la obesidad
El Doctor Alonso Poza considera que, aunque pueden existir enfermedades genéticas o metabólicas que predispongan a la obesidad, generalmente, el obeso se hace, no se nace. Con ello, se aumenta el riesgo cardiovascular, la hipercolesterolemia, la hipertensión, los trastornos digestivos, respiratorios, articulares o psicológicos, entre otros. Para prevenir estas complicaciones, la cirugía bariátrica dispone de tres técnicas que se adaptan a la situación del paciente:
En las técnicas malabsortivas, el paciente puede comer con normalidad, pero ni se metabolizan ni absorben nutrientes como los lípidos, es decir, las grasas. Aunque parezca una opción más accesible, esta limitación de los nutrientes puede producir la descalcificación ósea, la pérdida de proteínas y la necesidad de suplementos. Estos efectos secundarios restringen quienes pueden someterse a esta operación.
Por su parte, las técnicas restrictivas puras, como la banda gástrica, reducen la capacidad de alimento que se puede ingerir, pero es una opción más segura y con menos complicaciones.
Por otra parte, las técnicas mixtas, como el bypass gástrico, se encuentran a caballo entre las limitaciones y ventajas de las anteriores.
En estos casos, se intenta provocar un déficit en los nutrientes absorbidos, sea porque limita su capacidad para llevarlo a cabo o porque se limita la cantidad de alimento consumido. Mientras algunas opciones son permanentes y que consiguen mantener el éxito a largo plazo, también hay alternativas temporales, como el balón gástrico, que se usan en obesidad moderada o como paso previo a otras cirugías en la obesidad severa.
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