El sábado, los senderistas inscritos visitaron Bogarra para realizar la ruta denominada “El Picayo - Ruta de las cascadas y de las esculturas”. Cuenta con un recorrido circular, de 13,7 kilómetros de distancia, con una dificultad técnica alta y unas cinco horas de duración. La salida sería, a las 09.00 horas, desde la plaza del Cabezuelo del municipio.
Comenzaba la mañana un poco fresca, aunque soleada, cuando les recibiría el alcalde de la localidad, Andrés Carreño, para darles la bienvenida. Así, sobre las 9:00 de la mañana y desde la plaza del Cabezuelo, partían, callejeando por sus antiguas travesías -que todavía mantienen su rústico adoquinado con una antigüedad de al menos 100 años- y con una gran pendiente en bajada, pasando por la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (S. XVI) hasta llegar al río Bogarra y cruzando el Puente del Kas, lugar donde comienza la Ruta de las Esculturas. En esta ocasión, seguirían la carretera que se dirige hacia la izquierda, donde un poco más adelante cogerían una senda, ya con bastante inclinación, para dirigirse a la cima del Picayo con más de 1.000 metros de altitud. Aquí ya, debido al desnivel y que el sol empezaba a calentar, sobraba ropa de abrigo, y poco a poco llegarían a la parte más alta, lugar donde se sitúan gran cantidad de antenas debido a su lugar estratégico del pico y de altura, con unas vistas impresionantes de toda la zona, El Padrastro, con más de 1.500 metros de altitud, Bogarra y las Casas de Haches al fondo.
Tras las pertinentes fotos de recuerdo, continuarían por pista y ya en descenso hasta llegar a una soleada explanada que aprovecharon para almorzar y, por cortesía del Ayuntamiento de Bogarra, tomaron unos ricos embutidos del lugar.
Cogerían entonces una senda dirección al Padrastro, entre pinos, llegarían hasta cruzarse con la senda que sube desde la ruta de las esculturas denominada “Era del puerto” y que conduce hasta el Padrastro, pero ellos bajarían en dirección al río.
Continuarían dirección a El Batán, contemplando las bonitas esculturas que se iban encontrando al lado del río. Diseñadas con elementos naturales, se han esculpido espectaculares figuras en piedra, mármol y madera trabajadas por los mejores escultores del panorama nacional e internacional. Con unas impresionantes vistas, en una mañana soleada, pasaría por el nuevo puente colgante, que hizo las delicias de los senderistas, hasta llegar a El Batán, un bello y tranquilo entorno con bellas imágenes rodeados de agua.
Ya desde aquí, y de regreso a Bogarra, cogerían de nuevo la ruta de las esculturas, aunque seguirían por el otro lado del río, pegados a la acequia, hasta llegar al punto de partida.
El domingo, en Alcalá del Júcar, otros cincuenta participantes distintos, realizarían la ruta denominada “Entrebarrancos”. Cuenta con un recorrido circular, de 17 kilómetros de distancia, con una dificultad técnica alta y unas cinco horas de duración. La salida sería, a las 09.00 horas, desde Restaurante El Mirador, cerca de la pedanía de Las Eras.
Con una espesa niebla, les recibiría el alcalde del municipio, Juan Pascual Muñoz, quien les acompañaría durante el trayecto. La primera parada fue en el restaurante El Mirador, desde donde, de no ser por la niebla, hubieran contemplado unas privilegiadas vistas de la hoz y el pueblo de Alcalá del Júcar.
Sobre las nueve de la mañana, y con poca visibilidad, comenzarían en dirección a las Casillas de Tolosa por la senda del Morrón. Poco a poco, irían avanzando por la ceja de la montaña, una zona con escasa vegetación debido a que es la parte de la solana, aunque en esta mañana no lo pareciera. Por fin, al llegar a las Casillas, el sol tímidamente apareció y ya no les abandono durante el resto del trayecto, pudieron contemplar en el descenso a Tolosa, unas fantásticas vistas de la pedanía con el Júcar al lado.
Aquí, y por cortesía del Ayuntamiento de Alcalá, pudieron tomar un contundente almuerzo, con dulces incluidos. Con fuerzas repuestas, cruzarían el puente para afrontar la exigente subida a la pedanía de La Gila, que se encuentra a seis kilómetros del núcleo principal, por una senda que les permitiría deleitarse de las vistas de Tolosa, su embalse y el espectacular cañón del Júcar. Una vez arriba, tras recuperar el aliento, se dirigirían en dirección a la senda de las cabras, que les conducirá al mirador más característico de Alcalá del Júcar, un mirador natural frente a Alcalá, con unas bellas panorámicas del pueblo y de las dos pedanías que lo protegen a ambos lados del río. Desde allí, sólo les restaba iniciar el descenso por la senda del batán hasta la llegada a Alcalá del Júcar.
Dos exigentes y preciosas rutas, en unas mañanas de nuevo soleadas, ideal para hacer senderismo y descubrir las maravillas de entornos naturales que esconden nuestra provincia y que ha hecho disfrutar a los 50 participantes de esta actividad, gracias a la iniciativa de la Diputación Provincial de Albacete.
PRÓXIMA CITA LIÉTOR
El próximo fin de semana, el domingo 3 de diciembre, visitarán Liétor, una prueba denominada “Valle del río Mundo”, circular, de una dificultad técnica media, de 15,5 kilómetros de distancia y unas cinco horas de duración, con salida a las 9:00 de la mañana desde la Plaza Mayor
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