La investigación se inició cuando la víctima formuló denuncia por la desaparición de su tarjeta bancaria y haberse efectuado con ella seis extracciones fraudulentas por un total de 980 euros.
Las gestiones policiales han determinado que dos mujeres realizaron las extracciones después de conseguir la tarjeta en un descuido del propietario, al que espiaron mientras marcaba el número secreto.