Los hechos tuvieron lugar el pasado 6 de enero cuando, un hombre de 55 años de edad, vecino de la calle Juana de Arco de Albacete, sufrió una parada cardiorrespiratoria. Sus familiares solicitaron auxilio, respondiendo rápidamente un Policía Nacional que se encontraba franco de servicio.
El agente comenzó a realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y se mantuvo así hasta la llegada de los servicios sanitarios, logrando con su esfuerzo y diligencia evitar consecuencias que de otro modo hubieran sido fatales para la víctima.